TRATAMIENTO CON YODO 131 RADIACTIVO

       Antes de someterme al tratamiento con yodo radiactivo recibí una serie de instrucciones y recomendaciones por parte de la doctora correspondiente, que seguí al pie de la letra como es lógico. No obstante, tuve la ocurrencia de acudir a la página de la Asociación Española de Cáncer de Tiroides, por si algún detalle se le podía haber escapado. La página recogía todas las instrucciones médicas que se me habían dado y algunas sugerencias que me fueron muy prácticas, por lo que aprovecho para agradecerles la ayuda que me han prestado desinteresadamente, motivo por el que os he colocado el enlace, para consultar dicha página si os vieseis en la necesidad.
      Una vez en la habitación de aislamiento en el Hospital de la Arrixaca de Murcia se me facilitó una cápsula de plomo, y se me indicó que la abriera y me tomara una capsulita lo más rápidamente posible, acompañada con un buen trago de agua.
      La primera sensación que noté fue una pequeña quemadura en la base de la lengua que se alivió rápidamente con el agua, aunque realmente era casi inapreciable.
      Las siguientes horas transcurrieron bebiendo agua en abundancia. Este primer día, día 12 de noviembre, creo que llegué a beber 4,5 litros de agua y el segundo una cantidad similar, aunque no es necesario beber tanta, pero es que yo estoy acostumbrado a beber mucha cantidad diaria de agua.
     La dosis acumulada que me administraron  fue de 150 mCi.
     Podemos ver las dosis más usuales empleadas para este tratamiento en la página de Geosalud, y para saber las dosis que se pueden recibir en distintas circunstancias se puede consultar la página Web de Wikipedia
     La tasa de dosis equivalente que me detectaron en la primera medición fue de 700 µSv/h en la garganta, que se fue reduciendo hasta valores de 70 µSv/h cuando salí del hospital; seguidamente fue descendiendo hasta llegar a 15 µSv/h una semana después, para posteriormente ir cayendo rápidamente en la siguiente semana hasta valores próximos a 2 µSv/h.
   Actualmente, 30 de noviembre del 2014 , la tasa de dosis equivalente en mi garganta es aproximadamente de 1,5  µSv/h.
   Además de una acumulación de iodo 131 en la garganta, existe otro lugar de acumulación del iodo radiactivo: la vejiga. Los valores de la tasa de dosis equivalente en esta zona, al comienzo, fueron bastante menores, pero conforme han pasado los días se han aproximado ambos, y en estos últimos días hay momentos, especialmente en las primeras horas de la mañana, en los que son algo superiores a los de la garganta.
Para comprender las unidades de medida de la radiación os aconsejo la pagina de Terra Ecología práctica.

ESTADO DE NUESTRA RED A FINALES DE NOVIEMBRE

               Durante este verano me ha sido imposible mantener operativa la RED TIEMBLA.
             El motivo se ha debido a que poco antes de terminar el curso inicié otra investigación sobre mi propio metabolismo y el resultado provisional, conocido ya por muchos de mis amigos, fue que sufría cierta resistencia a la insulina. Sin embargo mi persistencia, gracias a un providencial instinto de supervivencia,  me llevó a seguir la hebra del problema y que concluyó en el diagnóstico de un cáncer de tiroides, por lo que después de detectarlo un buen endocrino el pasado día 14 de julio, fui operado el día 28 de julio, y todavía sigo convaleciente.
             Por otro lado el día 12 de noviembre fui tratado con iodo 131, por lo que me he convertido en un desecho radiactivo incapaz de poder manejar los medidores sin interferir en las lecturas de los medidores.
            Dicho lo anterior, no todo ha sido inconvenientes, ya que el tener a mi disposición una fuente radiactiva, me ha permitido comprobar el correcto funcionamiento de todos los medidores, así como comprender como éstos reaccionan ante un foco emisor de radiaciones.
            En las próximas entradas os desarrollaré con más extensión este curioso tema.
            Un abrazo a todos los amigos que seguís este blog de la ¡RED TIEMBLA!